Disfruta de una deliciosa cena con esta receta de pollo al horno con patatas y vino blanco. El pollo queda tierno y jugoso, y las patatas se derriten en la boca con un sabor a vino blanco. Una cena fácil de preparar que impresionará a cualquier invitado.
Ingredientes
Preparación
Precalentar el horno a 200°C.
Pelar las patatas y cortarlas en rodajas gruesas. Picar la cebolla y los ajos.
En una sartén grande, calentar un poco de aceite de oliva y dorar las patatas, la cebolla y los ajos durante unos 5 minutos. Salpimentar al gusto.
Colocar las patatas, la cebolla y los ajos en una fuente para horno, formando una capa uniforme.
Limpiar el pollo y salpimentar tanto por dentro como por fuera.
Colocar el pollo encima de las patatas y las verduras en la fuente para horno.
Verter el vino blanco y el caldo de pollo sobre el pollo y las patatas.
Colocar las ramas de romero y tomillo fresco sobre el pollo y las patatas.
Cubrir la fuente con papel aluminio y llevar al horno.
Hornear durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos, retirando el papel aluminio durante los últimos 15 minutos para que el pollo se dore.
Comprobar que el pollo está cocido (debería estar a una temperatura interna de 75°C) y retirar del horno.
Dejar reposar durante unos 10 minutos antes de cortar el pollo en porciones y servir con las patatas y las verduras alrededor.
Pollo al horno con patatas y vino blanco
Pollo al horno con el toque especial del vino de la abuela
El pollo al horno con el toque especial del vino de la abuela es un plato que no solo es delicioso sino que también está lleno de historia y tradición. Esta receta es una forma maravillosa de honrar a nuestros antepasados y de mantener vivo su legado culinario.
La receta en sí es bastante sencilla, pero el verdadero secreto está en el vino. El vino que utiliza la abuela tiene un sabor único y especial que agrega un sabor agridulce y profundo al pollo.
Para preparar esta receta, necesitarás un pollo entero de aproximadamente 1,5 kg, 1 kg de patatas, 1 cebolla grande, 4 dientes de ajo, 2 ramas de romero fresco, 2 ramas de tomillo fresco, 1/2 taza de vino blanco seco, 1/2 taza de caldo de pollo, aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
Después de dorar las patatas, la cebolla y los ajos, colocarlos en una fuente para horno y colocar el pollo encima.
Verter el vino blanco y el caldo de pollo sobre el pollo y las patatas, y agregar las ramas de romero y tomillo.
Cubrir la fuente con papel aluminio y hornear a 200°C durante 1 hora y 30 minutos, retirando el papel aluminio durante los últimos 15 minutos para que el pollo se dore.
Comprobar que el pollo está cocido y dejar reposar antes de servir.
Este plato es una deliciosa combinación de sabores y texturas, y el toque especial del vino de la abuela hace que sea aún más especial y memorable. ¡Disfrútalo en familia y haz que tus seres queridos también puedan disfrutar de esta maravillosa receta!
Pollo entero asado con patatas, cebolla y vino blanco: una deliciosa combinación de sabores
El pollo entero asado con patatas, cebolla y vino blanco es una deliciosa comida que siempre es bienvenida en cualquier mesa. Este plato es una combinación perfecta de sabores y texturas, y es muy fácil de preparar.
Para preparar esta receta, necesitarás un pollo entero de aproximadamente 1,5 kg, 1 kg de patatas, 1 cebolla grande, 4 dientes de ajo, 2 ramas de romero fresco, 2 ramas de tomillo fresco, 1/2 taza de vino blanco seco, aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
Cortar las patatas y la cebolla en rodajas finas y colocarlas en una fuente para horno.
Añadir los dientes de ajo picados y rociar con aceite de oliva. Mezclar bien.
Salar y añadir pimienta negra molida al gusto.
Colocar el pollo encima de las patatas y la cebolla, y verter el vino blanco sobre el pollo.
Añadir las ramas de romero y tomillo.
Cubrir la fuente con papel aluminio y hornear a 200°C durante 1 hora y 30 minutos, retirando el papel aluminio durante los últimos 15 minutos para que el pollo se dore.
Comprobar que el pollo está cocido y dejar reposar antes de servir.
Este plato es una deliciosa combinación de sabores y texturas. El pollo queda jugoso y tierno, y las patatas y la cebolla se vuelven suaves y doradas al horno. El toque de vino blanco le da un sabor agridulce que hace que este plato sea aún más especial.
¡Disfrútalo en familia y comparte este plato con tus seres queridos!
